“He tenido niños trastos, pero su comportamiento
entraba dentro de la normalidad. Yo no he vivido el acoso, pero sí he visto cómo
una madre tuvo contra las cuerdas a una profesora durante todo el curso”. Los
profesores han ido perdiendo autoridad y respeto, en parte por culpa de unos
padres que siempre defienden a sus hijos sin contrastar los hechos. En muchas
ocasiones, son ellos y no sus hijos quienes amargan la existencia al docente.
Una de las máximas de J. Resina siempre fue formar
un gran equipo con los padres/madres para trabajar en la misma dirección y en
pro de un compromiso común. Ella les decía. “Si vosotros ayudáis a vuestros
hijos, yo estaré ahí como la que más. Pero si os desentendéis, me lavo las
manos”. Y siempre le daba resultado.
Cuando eres niño no sólo necesitas conocimiento,
sino un buen relleno de valores y Julia Resina no sólo los transmitía, sino que
los aplicaba. ¿Y cuáles son esos valores?, la empatía, el respeto, la
tolerancia, la solidaridad, el esfuerzo y el tesón.
Para Julia el éxito de un buen maestro residía en
cumplir con éstos 10 mandamientos.
1º. Vocación, tienes que aprender de cada
experiencia con los niños. 2º. Estudiar, hay que reciclarse y hallar el mejor
modo de transmitir conocimiento. 3º. Tener recursos, hay que ganarse la
confianza del niño y conseguir que éste avance. 4º. Cariño y dedicación, son
armas poderosas. 5º. Encontrar la llave de cada alumno, dar confianza y hacerle
partícipe del proyecto educativo. 6º. Apertura a los cambios, la educación no
puede quedarse estancada. 7º. Empatía y respeto, hay que ponerse en el lugar
del otro para ayudarle a solucionar los conflictos. 8º. Ser optimista, se deben
aportar soluciones y dejar al lado los problemas. 9º. Despertar lo mejor de
cada niño y 10º. Hacer equipo, debe haber comunicación entre maestros y padres
y ponerse objetivos comunes.
Fuente:
El Mundo Magazine.
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